Te depilabas los domingos por la tarde mientras yo, sentado a tu lado en el sofá, ignoraba un partido de fútbol. El lunes lucías en la oficina tus piernas largas y lisas. Paralelamente, yo intentaba acordarme, a la hora del almuerzo, de quién había ganado el partido.
Pura Poesia.
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Gracias, Arturo.
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Pura Poesia
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cagenlòstia
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